lunes, 2 de septiembre de 2013

Actividad Individual - (E) No. 2

Lectura: Defining Supply Chain Management

De acuerdo a lectura del artículo “Defining Supply Chain Management”, el término Supply Chain Management (SCM) se ha venido escuchando desde hace ya más o menos veinte años, y cada día es más popular, es decir, se ha vuelto el tema de moda; no obstante, su definición como tal no ha sido correctamente establecida, muchos autores varían en sus definiciones sobre lo que realmente es SCM. Un error muy común es confundir SCM con Logistics Management, los autores dejan muy claro que lo segundo es sólo una parte de SCM, es decir, la logística es una de las actividades que hacen parte de la supply chain.

El objetivo del artículo es recopilar literatura sobre las definiciones de varios autores sobre el tema, para desarrollar una definición que las incluya a todas. Algunos dicen que el concepto de SCM tiene el gran objetivo de integrar y manejar las fuentes, el flujo y el control de los materiales, usando perspectiva total del sistema, a través de múltiples funciones y múltiples niveles de proveedores [Monczka, Trent, and Handfield (1998)]. Otro autor expresa que el objetivo de manejar una SC es para sincronizar los requerimientos del consumidor con el flujo de materiales desde los proveedores, para ejercer un balance entre lo que comúnmente se ve como metas conflictivas de servicio al cliente, poco inventario y bajo precio por unidad [Stevens (1989)]. Otros dicen que SCM negocia con el flujo total de materiales de los proveedores hasta los consumidores finales [Jones and Riley (1985)]. [Cooper et al. (1997)] define SCM como una filosofía integral para manejar el flujo total de un canal de distribución del proveedor al cliente final.

Antes de exponer la definición a la que llegaron los autores del artículo, se mencionan las actividades de SCM, su relación con SCO (Supply Chain Orientation), antecedentes y consecuencias, así como los alcances de SCM.
Las actividades que requieren las empresas de hoy en día para competir efectivamente se presentan a continuación:

1.       Comportamiento integrado. Tener una filosofía en común que guíe a todas las partes de la supply chain, que permita responder dinámicamente a las necesidades del consumidor final.
2.        Compartir información. Es necesario compartir información entre las partes para implementar la filosofía de SCM, especialmente para planear y monitorear los procesos. Además, es importante para disminuir la incertidumbre de niveles de inventario, pronósticos, estrategias de promoción de ventas y mercadeo.
3.       Compartir riesgos y premios. Fundamental para entablar relaciones de largo plazo y cooperación entre las partes.
4.       Cooperación. Muy importante que exista cooperación en toda la supply chain para lograr las metas propuestas (tiempo, precio y calidad).
5.       Tener la misma meta y el mismo enfoque de servicio a los clientes. Forma de política de integración, que se hace posible cuando la cultura y las técnicas de manejo son compatibles.
6.       Integración de procesos. Es necesario integrar los procesos para poder implementar SCM.
7.       Construir relaciones a largo plazo con los socios. El número de socios debe ser pequeño para facilitar la cooperación. Formar alianzas estratégicas provee ventaja competitiva a través de la creación de valor para el cliente.

Se deben diferenciar los conceptos de SCM y SCO. SCO tiene que ver con la idea de que una empresa reconozca las implicaciones sistémicas y estratégicas, de las actividades encargadas de manejar los diferentes flujos en una supply chain. Es decir, una compañía no tendrá esta orientación si sólo mira las implicaciones en una sola dirección. En pocas palabras, SCO es una filosofía de manejo. Por otro lado, SCM es la implementación de esa orientación a lo largo de los proveedores y los consumidores. Si no existe SCO no podrá existir SCM.

Los antecedentes de SCM se basan en la confianza y el compromiso de trabajar en equipo, como factor necesario para la construcción de relaciones a largo plazo; en la interdependencia, para alcanzar las metas; en la compatibilidad organizacional, que se refiere a que todas las compañías deben tener SCO para alcanzar SCM; llegar a un acuerdo con la visión y los procesos claves, para determinar qué es lo esencial antes de empezar con cualquier proceso; asumir un liderazgo, que puede ser tomado por la empresa con más poder o la más grande dentro de la supply chain, que juega el papel de coordinar y revisar el correcto desempeño de la supply chain; y finalmente, un soporte de alto rango, que ejerce el papel de formar los valores organizacionales, la orientación y dirección.

Las consecuencias detrás de SCM son el incremento de la ventaja competitiva tanto en eficiencia, reflejado en la reducción de los costos, como en la efectividad, presente en el servicio brindado al cliente final. Todos esto es lo que le genera rentabilidad a una compañía.

El alcance SCM es  funcional y organizacional. Funcional, porque incluye todas las funciones tradicionales de negocio; y organizacional, porque implementa SCM en las compañías que la integran.

Finalmente, al unir todos los aspectos mencionados anteriormente, los autores definen SCM como la coordinación sistémica y estratégica de las funciones del negocio tradicionales, y las tácticas dentro de la compañía y a lo largo de los diferentes negocios, con el propósito de mejorar el desempeño a largo plazo, tanto de las compañías individuales, como en la supply chain en general.

Aplicar estos conceptos en nuestro entorno empresarial, sería muy positivo si se analizan las consecuencias que puede traer SCM. Sin embargo, aplicar esta filosofía en nuestras empresas no es tan fácil como parece, debido a que se necesita tener una visión más abierta, una visión de mayor colaboración, de compartir información y de ver a los proveedores como socios y no como agentes externos a la compañía. Si no cambiamos nuestra forma de pensar y actuar, que se caracteriza por ver como exploto al otro para mi propio beneficio, no será posible aplicar este concepto, o mejor, esta  filosofía. El gran reto es poder modificar ese pensamiento egoísta, en un pensamiento de mayor apertura, de cooperación y de transparencia. Claro está que cambiar la cultura obedece a procesos de educación y sensibilización, tenemos el compromiso como futuros profesionales de hacerlo posible.

Bibliografía


MENTZER, John T., DEWITT, William, KEEBLER, James S., MIN, Soonhong, NIX, Nancy W., SMITH, Carlo D., ZACHARIA, Zach G. JOURNAL OF BUSINESS LOGISTICS, Vol.22, No.2, 2001.